martes, 29 de octubre de 2013

Tomo XXVII de Letras de Reserva. http://issuu.com/letrasdereserva/docs/metamorfosisisxxvii Consideración por Frizia Guerrero.

CONSIDERACIÓN.




Aleteo estimulante.
Soportable afirmación.
Periferia animada, coloreada, activa.
Reflejos largos, cálidos, energéticos.
Fortalecen hacinamientos atómicos.



Cuatro o seis elementos imprescindibles.
Complexión en el interior de la forma con ángulos de 72 grados.
Jadeo, vuelo, descenso al jardín del eremita.
Progresión despejada.



Sujetar la más álgida tendencia al canto,
la que corta sentencias: Oración de nubes.
Escupir incoherencias en dirección al mar
pretendiendo endurecerlo y dibujar sobre él.
Ejes invariables para encuadrar la desolación.
Estrangular millones de sombras: Surgir .



Llega tarde mi tiempo,
la vida que hubo de ser;
sin más arrebata mis trazos.
Repele mis versos un torpe anhelo
de ejercer la muerte a placer.








Estoy en lo oculto, contigo.
Soy partícipe al mirarte.
Veo desde afuera:
Tu adentro.

Sin estar.
Siendo contigo nadie más que quien observa.

Sin que ninguno lo note.
Estamos siendo.


Más allá del signo y de nuestras hazañas:
Disociados coautores de homicidio.

Asidua, la caída arriba, perdura: Es elíptica.


Hemos roto todo rastro. No hubo Tlalocan, no hubo Hades, no hubo sitio
del cual querer salir o del cual sentirnos oriundos.

Indigentes definitivos sujetos a lo que un retrato parece.
Fotografía deteriorada de lo que no será.


Sin embargo, ensayo en un templete adosado con estrellas de ficción:


Mi personaje.

viernes, 2 de agosto de 2013

Microrrelato de ficción Cascada de palabras, cartonera Humano venado (por Frizia Guerrero).

CONVOCATORIA MICRORRELATO DE FICCIÓN – CASCADA DE PALABRAS CARTONERA (próximamente se publicarán).


(CUATRO) Humano venado.


La lluvia acaricia al venado (llueve): Acaricia, al venado sutil, pero valiente, acaricia al humano venado -llueve-.
Venado que oculta la parte humana de su ser (llueve). La oculta porque la posee, porque esa parte lo convirtió en un animal confundido [locura], en un animal que se apresa a sí mismo [secuestro], en un animal malvado [reflejo], en un animal que hace tanto como le indica el medio [obediencia], en un animal que, siendo venado no es venado [mentira], en un animal quisquilloso y hasta vanidoso (llueve). Con la lluvia: Lavarse, dejar lo humano y ser venado (Llueve). Se transformó en venado el venado encantado por la lluvia, por la promesa de ésta, por la multitud de gotas que le regaló cuando sintió su identidad seca y necesitó humectar su pelaje castaño (llueve).
Más su forma animal no le sirvió para evitar dejar de ser venado, humano, venado (Llueve). No fue útil su fisonomía animal cuando la lluvia se hizo tormenta y lo despeñó, cuando la lluvia rompió y arrastró ramas enormes, cuando la lluvia hizo mar lodoso al bosque calmo, cuando la lluvia extasiada con su parte humana -la que le permitió mentirse a sí misma y darse el poder de mirar, obedecer al impulso de secuestrar al venado, desear al venado, enloquecer con el venado, de él-. Cuando el ímpetu humano la hizo golpearlo hasta destrozarlo, girarlo, tirarlo, volarlo, soñarlo siendo humano, permitirle aceptar ser un venado humano.
Hombre y mujer nacen. La lluvia muere, ha muerto (venado).

Microrrelato de ficción Cascada de palabras, cartonera Ser de mi aridez nutrida (por Frizia Guerrero).

CONVOCATORIA MICRORRELATO DE FICCIÓN – CASCADA DE PALABRAS CARTONERA (próximamente se publicarán).


(TRES) Ser de mi aridez nutrida.


Nada mejor que evadir el cuerpo ajeno, no salir, no aceptar, no entender, no ceder. Esquivar la presencia que no responde ni corresponde a lo que deseo. No olfatear ese aroma acre, estridente. No sentir las manos de otro sobre éste cuerpo. Ensordecer ante el enfado del que intenta romper la barda de mi indiferencia. No hablar más que cuando el orgasmo asiste. Mirar sólo el reflejo. Ser (de mi aridez nutrida).